Área fisioterapia, EXTREMIDAD INFERIOR, OTROS

dolor en el talón-fascitis plantar

La fascitis plantar es una de las causas más comunes de dolor en el talón. Consiste en una inflamación de la fascia del pie, que es un tejido que conecta el hueso del talón con los dedos, tal y como se ve en la foto.

dolor planta del pie

Diagnóstico fisioterápico de la fascitis:

Es un diagnóstico mayoritariamente clínico. El paciente suele presentar un dolor agudo o sordo en el talón, incluso en ocasiones puede referir dolor o ardor en la planta del pie. Suelen explicar que se acentúa más con los primeros pasos de la mañana, tras una caminata o un periodo de inactividad. Los pacientes suelen notar que el dolor mejora aumentando la actividad (caminar, correr…) y que  tiende a empeorar hacia el final del día. Es frecuente que refieran un cambio en los niveles de actividad (entrenamientos más duros, un trabajo nuevo en el que requiera estar más horas de pie…)

En la exploración física puede ser útil tener en cuenta:

– La palpación de la inserción de la aponeurosis plantar

– Movilidad activa y pasiva de la articulación talocrural

– El test del síndrome del tunel del tarso

– Windlass test

– Ángulo del arco longitudinal del pie

– Para medir la progresión de la patología, podemos utilizar estos test: Foot and ankle ability measure FAAM, validado para la práctica de terapia manual, el FFI o el FHSQ.

Tratamiento de fisioterapia:

La terapia manual,    parece  tener buenos resultados realizando:

-Movilización de las partes blandas alrededor del nervio plantar medial

– Movilización neurodinámica del nervio tibial

– Recuperación de la flexión dorsal de tobillo

– Fortalecimiento del músculo tibial posterior para evitar la sobrepronación

– Estiramientos de la fascia plantar

– Estiramientos del triceps sural. Dada la conexión entre los tejidos conectivos del tendón de aquiles y la fascia plantar, así como la disminución de la dorsiflexión de tobillo como factor de riesgo, parece justificable la inclusión de este estiramiento en el tratamiento

– El vendaje para la fascitis se utiliza con buenos resultados para aliviar el dolor a corto plazo y mejorar la función.

El trabajo de podología también parece tener buenos resultados en este tipo de patologías, por eso, os dejo esta entrada de un podólogo ingles que explica cómo lo aborda él.

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Área fisioterapia

Historia de la fisioterapia

Tradicionalmente los fisioterapeutas se han encargado de la mejora de la movilidad y el dolor, tanto con técnicas activas (ejercicio terapéutico, control motor…) como pasivas (terapia manual,masajes…)
Tratando de curar, prevenir, recuperar y adaptar a personas afectadas de disfunciones somáticas o a las que se desea mantener en un nivel adecuado de salud.
El origen de la fisioterapia como profesión estructurada se remonta a la fundación del Royal Central Institute of Gymnasticspor Pehr Henrik Ling en el año 1813 en Suecia. Durante el siglo XIX este instituto se consideró el centro de referencia de la formación de los fisioterapeutas. Se trataba de una formación cientifica basadaen la anatomia y la fisiologia que tambien interesaba a los medicos, y llegó a incluirse en su formación científica que en un principio carecía de contenidos sobre mecánica. Los estudiantes que completaban la formación obtenian el titulo de director gimnastico y eran competentes para dedicarse a la gimnasia médica, la gimnasia pedagógica o la gimnasia militar realizando ajustes en la mecánica de la persona. Sin embargo, a comienzos del siglo XIX los médicos ortopedas del instituto Carolingio fomentaron una reestructuración de la formación de los fisioterapeutas con la que trataron de ganar poder frente a ellos. Tras esta reestructuración la formación que se impartía para la obtención del titulo de director gimnástico se dividió en dos: por un lado la educación física y por otro la fisioterapia.

En españa no seria hasta 1957 cuando los practicantes comienzan a hacer trabajos de fisioterapia. Sin embargo Hasta 1986 no termino la primera promoción de diplomados en fisioterapia.

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Área fisioterapia, RODILLA, TOBILLO

Fracturas por estrés

Las fracturas por estrés son lesiones comunes que comienzan por un estrés excesivo o repetitivo hacia el hueso, causadas por no respetar los tiempos de reparación del hueso.
La zona mas común de fracturas por estrés es la zona tibial (23%), escafoides del pie (17,6%), metatarso (16,2%), peroné (15,5%) fémur (6,6%), pelvis (1,6%) y columna (0,6%)
Factores de riesgo más comunes son:
– más de 10 bebidas alcohólicas por semana
– excesiva actividad física con escaso  tiempo de recuperación
– mujeres con amenorrea hipotalamica, desordenes alimenticios u osteoporosis
– ser mujer (estudio hecho en militares, por lo que no varia el volumen de trabajo entre sexo masculino o femenino)
– niveles bajos de 25-hidroxivitamina D
– correr mas de 25 millas por semana
– fumar
– incremento repentino de la actividad física

 

fractura por estres
Diagnóstico fracturas por estrés
Las fracturas por estrés deben ser sospechadas en personas que han incrementado de forma repentina su actividad o que la realicen de forma repetida con escaso descanso. Dolor localizado al mover la parte afectada, suele ser el síntoma más común. Frecuentemente, presentan dolor localizado a la palpación y edema, se pueden utilizar el hop test (saltar con una sola pierna, positivo si reproduce su dolor localizado) para sospecha de fracturas por estrés en la extremidad inferior. En ocasiones he visto utilizar un diapasón para intentar reproducir el dolor localizado mediante la vibración, pero no tiene demasiada bibliografía que lo respalde.
Tratamiento fracturas por estrés
Lo más importante es reducir la cantidad de estrés que soporta el hueso afectado hasta conseguir que la actividad sea indolora (en ocasiones será necesaria la inmovilización). Se puede conseguir reduciendo el volumen y la intensidad de los entrenamientos o con ayudas como vendajes, medias compresivas… Cualquier ayuda que reduzca la cantidad de estrés que le llega al hueso. Tras varias semanas de descanso o baja actividad, comenzar a aumentar el volumen y la intensidad de entrenamientos de forma gradual. Es importante para acortar los tiempos de recuperación, realizar ejercicios indoloros que mantengan la fuerza de la zona afectada.

Bibliografía

Imagen

 

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Área fisioterapia

Prevenir lesiones

La prevención de lesiones es sin duda la mejor forma de evitar una lesión, con esto la mayoría estaremos de acuerdo. Sin embargo, lo que no está tan claro es cómo conseguirlo.

Esta revisión sistemática de 2011 que incluía un total de 30252 participantes (impresionantes números) concluye que la evidencia no solo no respalda la eficacia de los estiramientos como método de prevención de lesiones, sino que en algunos casos incluso aumenta la probabilidad de lesión. Tampoco se encontró evidencia que soporte la eficacia de los ejercicios de fortalecimiento, mejora de coordinación o flexibilidad como método de prevención.

Al leer que los ejercicios de fortalecimiento, flexibilidad, coordinación o la modificación de frecuencia y duración de los entrenamientos no tiene evidencia científica solida para la prevención de lesiones puede sorprender al principio, por eso es necesaria una lectura critica de estos datos. Por ejemplo, el hecho de que mejorar la fuerza y coordinación no ayuda a prevenir lesiones, tiene sentido cuando entendemos que la mayoría de lesiones son por sobrecarga, por lo tanto lo mejor será no hacer más ejercicio, sino adaptarlo mejor al estado de los tejidos. También mencionan limitada evidencia en modificar frecuencia o duración de los entrenamientos de correr para reducir el numero de lesiones, aunque hay que tener en cuenta que la muestra del estudio se hizo con personas con privación de libertad por lo que el contexto psicosocial es muy especifico, por lo tanto, tendremos que tenerlo en cuenta a la hora de trasladar los datos a personas no encarceladas.

Tras analizar estos datos me he dado cuenta que no hay una forma eficaz de prevenir lesiones que sirva para todos, no podemos decir con base científica, haz esto o aquello y seguro que no te harás daño. Lo que si que podemos hacer los fisioterapeutas para prevenir lesiones es analizar los factores de riesgo de cada persona y contexto en particular y poner programas adaptados a cada uno en concreto. Una vez más, el razonamiento clínico con base científica, será la forma más fiable de actuar.

En conclusión, nuestro fisioterapeuta nos deberá hacer una completa historia clínica y una exhaustiva exploración para poder determinar en cada caso cuales son los factores que podemos mejorar para poder prevenir lesiones. Estos factores pueden incluir: horas de sueñocatastrofismo (rumiación, magnificacióny desesperanza), sobrepeso, movilidad reducida, debilidad de algún músculo, técnica del gesto deportivo, estabilidad, coordinación, percepción de mala salud,  creencias erróneas, hipervigilancia…

 

 

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